Judas vivió en un tiempo en el que el cristianismo estaba bajo ataque político por parte de Roma y bajo ataques espirituales por parte de apóstatas quienes sembraban la semilla de error doctrinal.A excepción de Juan, quien vivió al cierre del siglo, todos los demás apóstoles habían sido martirizados, y se llegó a pensar que el cristianismo desaparecería. Por lo que Judas llamó a la iglesia a pelear por la verdad, en medio de una intensa batalla espiritual.
Este libro del Nuevo Testamento está enfocado exclusivamente a confrontar la “apostasía”, (deserción de la fe bíblica verdadera) A Judas le preocupaba que los cristianos podían ser alejados de la verdad por astutos maestros de falsa doctrina. Los apóstatas son descritos en otros pasajes biblicos: 2 Tesalonicenses 2:10; Hebreos 10:29; 2 Pedro 2:1-22; 1 Juan 2:18-23, etc. Judas escribió para condenar a los apóstatas pero sobretodo para alentar a los creyentes a contender por la fe y a una defensa de la verdad bíblica.
Los falsos maestros enseñaban cosas contrarias al evangelio y causaban confusión en la iglesia. Enseñaban que no importaba cómo vivían las personas si habían sido salvas por gracia. ¡Se pueden imaginar el desastre que esto podría producir! Judas quería asegurarse que ningún creyente siguiera el ejemplo de Caín (Gén 4:1-25), Balaam (Núm 22:1-24:25) o Coré (Núm 16:1-49). El principal enfoque de Judas eran los peligros éticos que planteaban los falsos maestros que negaban el sacerdocio de Cristo al usar la libertad cristiana y la gracia de Dios como una “licencia para pecar”. Estos falsos maestros eran “refunfuñadores y criticones” (v. 16), mofadores que seguían sus propios deseos y sus instintos naturales (vv. 18-19). La carta de Judas enfatiza el señorío de Cristo (vv. 4, 9, 14-15, 25).
¿Has desconectado el detector de humo porque no querías que el ruido te molestara? Ignorar esa advertencia podría costarte tu hogar o tu vida, pero ignorar advertencias espirituales podría ser peor. Es por eso que deberíamos prestar atención a esta carta. Judas es una sirena de advertencia que no debemos ignorar.
Judas dejó bien claro que debemos pararnos firmes por la verdad y contender por la fe. Así que, mantente atento a las advertencias, pero también fíjate en las promesas y el ánimo a vivir vidas cristianas genuinas. Quizá pienses que Judas estaría desanimado por tanta oposición, pero era todo lo contrario. Su canción final de alabanza irradia gozo y confianza. “Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien es poderoso para evitar que caigan, y para llevarlos sin mancha y con gran alegría a su gloriosa presencia. Que toda la gloria sea para él, quien es el único Dios, nuestro Salvador por medio de Jesucristo nuestro Señor. ¡Toda la gloria, la majestad, el poder y la autoridad le pertenecen a él desde antes de todos los tiempos, en el presente y por toda la eternidad! Amén” (versos 24-25).
Devocional por:
Neyvi Jiménez
IAFCJ Axochiapan, Morelos
